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¡Mamá no! Cómo manejar la etapa del no positivamente

Tu hijo de 20 y 21 meses entra en una etapa muy especial, y quizás un poco retadora. Conoce los cambios en el desarrollo de tu hijo y los consejos para lidiar con ellos positivamente en especial con la etapa del “no”.

Si eres la madre o el padre de un niño cuya edad está entre 20 y 21 meses quiero decirte que ya no tienes un bebé en casa. Tienes un pequeño niño que se desplaza por sí solo, comunica sus deseos, emociones con intensidad y descubre el gran poder que tiene la palabra NO sobre sus padres y cuidadores.

La etapa del NO forma parte del desarrollo del niño e implica que entiende el concepto de negación, así como también que tiene una conciencia de sí mismo como un ser con la capacidad de expresar sus deseos y de actuar como a él le parece.

Atención: no es un niño caprichoso que te quiere llevar la contraria, está creciendo en independencia y conciencia de ser un individuo con todo lo que eso implica.

3 consejos para manejar la etapa del No positivamente:

  1. Revisa el uso de tus “no” con tu hijo ¿es muy frecuente?
  2. Ofrece opciones para que pueda elegir sin opción a decir no. Ejemplo: “Qué quieres hacer primero: ¿cepillarte los dientes o colocarte la pijama?”
  3. Elige las batallas, si no es muy importante ignora el no. Si es un asunto importante actúa con firmeza ante la negación del niño.

En esta etapa el niño se ve a sí mismo como el centro del mundo y espera que todos lo sepan y se comporten en consecuencia. Cuando esto no sucede expresa su inconformidad con gritos, tiradas al suelo y llanto inconsolable ¡Bienvenidos al mundo de las famosas y temidas pataletas! 

La etapa del no puede venir acompañada de pataletas ¡Prepárate!

Las pataletas son el resultado de la frustración por no obtener de forma inmediata lo que quiere y de la inmadurez emocional. Es importante que tengas claro que tu hijo no se está “portando mal”, se trata de un comportamiento normal, transitorio y que los buenos resultados de esta etapa dependen de las respuestas consistentes, controladas y contenedoras que les demos.

Algunas recomendaciones prácticas en esta etapa pueden ser:

  • En la gran mayoría de los casos ignorar la conducta parece ser más efectivo que otros métodos. Asegúrate que el niño no se haga daño durante el episodio y cuando se haya calmado abrázalo y permite que comunique el motivo de la rabia. Explícale que no es un comportamiento adecuado y que hay otras formas de expresar sus emociones. 
  • Si el niño golpea o arroja objetos durante la pataleta puedes aislarlo por unos minutos en un sitio seguro de la casa, eso le da tiempo para calmarse y te permite controlarte para evitar reaccionar con rabia. Si esto pasa en un lugar público busca un lugar con algo de privacidad, deja que el niño desahogue la rabia, pero no cedas a sus caprichos. 
  • Durante el episodio evita regaños, súplicas o conversaciones. Mantén el control de tus propias emociones y evita agredirlo verbal o físicamente. Se desaprueba el comportamiento no al niño. 
  • Recuerda, tu hijo no es el único niño del mundo que hace pataletas, así que no te preocupes. 

¡También hay mucho para disfrutar! Cambios en el desarrollo de tu hijo a los 20 y 21 meses

El ritmo de desarrollo de los niños es algo muy individual y depende de diversos factores. Sin embargo, es posible que empieces a ver algunos de estos logros en tu hijo y esto será muy emocionante:

  • A esta edad tu hijo ya camina solo, puede correr, patear una pelota, subir y bajar escaleras apoyándose de una baranda. 
  • También verás que sus habilidades con las manos están más avanzadas y construye torres de 4 bloques o más, saca y mete objetos de un recipiente y hace garabatos en un papel. En esta etapa ya es capaz de seguir instrucciones simples. 
  • Reconoce el nombre de personas conocidas, parte del cuerpo, objetos conocidos y utiliza palabras de forma aislada, en estos momentos podría empezar a asociarlas como “hola mami”. 
  • Disfruta jugar buscando objetos escondidos incluso debajo de dos o tres capas y empieza a participar y divertirse con juegos de simulación.
  • Su relación con la comida no se escapa de los cambios: su apetito es variable y sus gustos cambian rápidamente. Lo que hoy le gusta, mañana ya no. Es importante ser paciente, establecer horarios para la alimentación, no presionar al niño para comer y tampoco ofrecer alimentos no nutritivos entre comidas ¡El mejor estimulante del apetito es el hambre! 

A medida que vas disfrutando cada uno de estos logros en el desarrollo de tu hijo, también es importante que continúes acompañándolo en sus actividades y juegos, porque esto es una parte esencial de su proceso de estimulación y desarrollo.

  • Recuerda que las expresiones de afecto con tu hijo son y serán el pilar de la crianza ¡No ahorres besos y abrazos pues esto lo hace sentir seguro y amado! 
  • Habla con él, describe actividades, cuéntale que van a hacer, qué esperas de su comportamiento, permite que él exprese a su manera lo que desea, lo que necesita. 
  • Anímalo a jugar con juguetes sencillos que fomenten su creatividad. 
  • Enséñale a disfrutar de la música. 
  • Establece rutinas diarias de lectura en voz alta. 
  • Recuerda que el juego al aire libre permitirá desarrollar destrezas motoras importantes para tu niño. No olvides que es aún muy pequeño para exponerlo a cualquier tipo de pantalla. 
  • Procura que tu hijo haga una siesta en el día lo que lo hará descansar y estar más dispuesto a realizar las actividades que se le proponen. Idealmente debe dormir entre 12 y 14 horas en la noche. 

Esta etapa de la vida de tu hijo es una oportunidad para fortalecer el autocontrol, la paciencia, la consistencia y especialmente para demostrar que siempre estarás allí para acompañarlo de forma incondicional en el carrusel emocional que implica crecer. 

Dra. Amparo Diaz

Pediatra 

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