¿Tu hijo está muy selectivo con los alimentos, sientes que disminuyó su apetito y no quiere comer? La Dra. Catalina Bagés Mesa, te explica lo que puede estar pasando y algunos consejos para solucionarlo.
¡Mi hijo no quiere comer! Esta frase suele ser muy frecuente en la consulta pediátrica cuando el niño cumple un año ¡Tranquila! Hay algo importante que debes saber: es normal que a esta edad su apetito disminuya ¿la razón? La velocidad de crecimiento de tu bebé es más lenta al cumplir un año, en tal sentido, los días que más crezca tendrá más apetito, los días que su crecimiento sea un poco más lento su apetito es menor.
¿Cuándo te debes preocupar porque tu hijo no coma?
Entre el primer y el segundo año, los niños tienden a volverse selectivos, es algo propio de su naturaleza ¡ten paciencia! Si durante la consulta médica el especialista hace un recuento de alimentos y tu bebé recibe aproximadamente más de 30 alimentos diferentes, no hay de qué preocuparse. Toma en cuenta, que la selectividad puede tener períodos.
Cuando tu hijo no quiere comer, un signo de alarma importante es que no haya aumento de peso o talla, o no se evidencien cambios en estos valores durante varios controles pediátricos consecutivos, al menos los últimos tres. También puede ser una señal de alerta quetu niño se comience a retrasar en hitos del desarrollo propios para su edad.
En tal sentido, es fundamental que tú y tu hijo acudan regularmente a los controles pediátricos. Tu pediatra te brindará apoyo y asesoría para revisar la situación y hacer ajustes en la alimentación habitual de tu pequeño, si es necesario.
Procura que tu niño cumpla las comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y que en cada una tenga la variedad de grupos de alimentos que requiere; es decir, proteínas, cereales, grasas, verduras y frutas.
Descubre acá cuáles son las comidas recomendadas por el especialista para tu bebé de 1 a 2 años
¡Crea un ambiente ideal para que tu hijo coma!
Padres y cuidadores, tienen una labor muy importante: son los responsables de seleccionar y proveer los alimentos a los niños; así como establecer una rutina a la hora de comer, donde los adultos son el espejo que el niño tomará como referencia para copiar conductas. Toma en cuenta las siguientes recomendaciones para incentivar que tu hijo coma:
- Crea un ambiente positivo alrededor de la comida.
- Evita tabletas, celulares y cualquier tipo de pantallas durante la comida. Procura que no haya distractores que te hagan descuidar el momento que estás compartiendo con tu hijo ¡Disfruta el aquí y el ahora!
- Tu niño debe tener una silla adecuada para comer. Ubícala en el comedor o en el sitio donde todos coman para incluirlo en las rutinas familiares.
- Maneja las porciones, procura que los alimentos no rebasen el plato de tu pequeño y no pretendas que coma igual que los adultos.
- Haz de la comida una experiencia sensorial. Permite que tu bebé explore sabores, texturas, colores y ¡déjalo untarse!
- Determina un tiempo para la comida, procura que no exceda los 30 minutos. Si tu hijo no comió, o no finalizó los alimentos retira el plato y espera al siguiente horario de alimentación.
- Anticípate a la hora de la comida. Cuéntale a tu niño lo que va a suceder y los alimentos que van a comer. Por ejemplo: “vamos a comer espinacas que te van a ayudar a ser más fuerte y zanahoria para que veas mejor”.
- Las rutinas son importantes para tu hijo. Enséñale el lavado de manos antes de la comida y el cepillado de dientes después de consumir los alimentos.
¡Mamá! Recuerda que el apetito y los buenos hábitos alimentarios de tu niño, comienzan incluso desde el embarazo, continúan durante la lactancia y se fortalecen al iniciar la alimentación complementaria.
La lactancia materna, es una práctica que le va a brindar mucha seguridad a tu bebé y disposición a los nuevos sabores. Los sabores de los alimentos que la mamá come, el bebé los conocerá a través de la leche materna y por tanto, cuando esté expuesto a estos sabores en la alimentación complementaria, tendrá más facilidad de aceptación.
Así que ¡manos a la obra! Construye bases sólidas para la alimentación con tu hijo a partir de la lactancia materna y a los 6 meses de edad, con una alimentación complementaria adecuada. Después del año, lo mejor es paciencia y mucho amor para hacer de la comida un momento especial y positivo que contribuya al proceso de crecimiento y desarrollo de tu hijo.
Dra. María Catalina Bagés Mesa-Pediatra y Nutrióloga Pediatra
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